La importancia de la iglesia que envía
El sermón destaca la responsabilidad de la iglesia de enviar embajadores para expandir el reino de Dios donde el evangelio aún no ha llegado. Usando la iglesia de Antioquía como modelo—diversa en nacionalidad, dones y clases sociales—se enfatiza cómo la iglesia primitiva alineaba sus corazones para escuchar la voz de Dios a través del ayuno y la oración, lo que resultó en que el Espíritu Santo llamara a Pablo y Bernabé para ser apartados para la obra de predicar, hacer discípulos y plantar iglesias. El sermón subraya la importancia de que las iglesias locales abracen su rol en el envío de misioneros, citando Romanos 10:13-15 para mostrar que el evangelio no puede llegar a los perdidos a menos que los predicadores sean enviados. Finalmente, llama a la iglesia a alinearse con la misión de Dios y extender Su reino enviando, yendo, y orando para que se haga la voluntad de Dios en la tierra.