Jesucristo dijo: “yo soy la resurreción y la vida, el que cree en mí, aunque este muerto vivirá.” Estás palabras las dijo al resucitar a Lázaro, y enseñar verdades doctrinales, relacionales, y espirituales a Martha, María, sus discípulos, y todos los que estuvieron presentes en la más grande de las señales del evangelio de Juan. Esta declaración de Jesús llena al discípulo de Cristo de esperanza presente y futura, gracias a la vida eterna que Cristo ofrece a todo el que cree en él, recibiendo su gracia maravillosa.