Por Su amor y misericordia, Dios nos ha salvado gratuitamente, nos ha dado Su Espíritu, nos ha prometido la eternidad y nos ha asegurado que Él será fiel en cumplir todo esto por medio de Cristo. Dios ha mostrado un gran favor hacia nosotros. Pero, ¿cómo debemos responder a la luz de todo lo que Dios ha hecho por nosotros? Pablo da la respuesta en una de sus cartas. Después de darle un largo recordatorio a un grupo de cristianos en Roma, acerca de la gran misericordia de Dios para con ellos, les insta a dar la única respuesta apropiada. Debemos responder al amor y la misericordia de Dios ofreciendo nuestros cuerpos como un sacrificio vivo (Rom. 12:1). La idea principal de Pablo en este pasaje es la siguiente: nuestras creencias deben impactar nuestro comportamiento.