Solo Jesucristo, la cabeza de la iglesia, puede inspeccionar con precisión cada iglesia y conocer su verdadera condición porque Él ve lo interno, no solo lo externo. Debido a que las iglesias están formadas por individuos, son los individuos los que determinan la vida espiritual de la iglesia. Por lo tanto, al leer estos memorandos a las siete iglesias del Apocalipsis, debemos ponerlos en práctica personalmente al examinar nuestros propios corazones.